Mucha madera, color blanco y mobiliario minimalista (sillas Eames de Vitra incluidas) dan al restaurante un aire modernista y bastante alejado de la imagen anterior.
Sin embargo, una de las grandes novedades y que llaman más la atención son las pantallas táctiles desde las que puedes realizar tu propio pedido, para llevar o tomar allí mismo.
Sólo hay que seguir los sencillos pasos e ir al mostrador a recoger el pedido. Además, pude comprobar que es mucho más rápido que esperar la cola y pedir la comida de forma tradicional. Eso sí, el único requisito es pagar con tarjeta de crédito.
¿Habéis probado esta nueva forma de pedir la comida? ¿Será un paso más antes del lanzamiento de los pedidos a domicilio?
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