martes, 14 de diciembre de 2010

Lady Gaga en Madrid, el mejor espectáculo que he visto por ahora

Antes que nada, quiero dejar constancia que a mí, Lady Gaga ni fu ni fa. Es decir, nunca he sido una gran fan suya, sólo he bailado al son de sus canciones más conocidas, como supongo, el resto de los mortales.

El domingo acudí al mejor concierto-espectáculo que yo haya visto en mi vida. Sí, el de Lady Gaga en Madrid.

Todo comenzó en junio cuando, celebrando mi cumpleaños, unos amigos nos dejamos llevar por la emoción y acabamos comprando cinco entradas para el concierto. De cinco amigos, sólo uno es fan de la cantante neoyorquina. A lo largo de estos meses, más de una vez pensamos fríamente qué habíamos hecho... pero no había marcha atrás.

La cuestión es que el domingo estábamos ya a las dos de la tarde haciendo cola ante el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid como otros muchos fans de Lady Gaga. Vivimos muchas situaciones divertidas, conocimos a mucha gente y lo pasamos genial, a pesar de ser una paliza para nuestro cuerpo. También vivimos la gran aglomeración que se produjo antes de la apertura de puertas y que se debió, sin duda, a una mala organización. De lo del tema de entradas falsas, nos fuimos enterando ya dentro del recinto.



Total, que tras una larga espera, tras la actuación de los teloneros Semi Precious Weapons... pasadas las nueve de la noche por unos minutos, Lady Gaga hizo su aparición en el escenario (eso sí, antes un vídeo de apertura que hizo enloquecer a todo el palacio).

Ya sabía que la cantante daría un espectáculo llamativo por sus trajes, por sus bailes o por sus comentarios (puedo decir con seguridad que las dos palabras más nombradas durante todo el concierto fueron bitch y fucking)... pero nunca pensé que acabaría alabando la actuación y el espectáculo, así como las capacidades vocales de Lady Gaga.

Y es que, demostró que, además de bailar y provocar, sabe cantar, tocar el piano y la guitarra. Y muy bien.




El escenario cambió hasta cuatro veces de decorado y Lady Gaga se cambió hasta 15 veces de traje. Y junto a los bailarines, no pararon de bailar. Todo ello provocó que más de uno nos quedáramos con la boca abierta, literalmente.

Ya sé que Lady Gaga tiene mucho de marketing. Muchísimo. Tampoco me convertiré ahora en una fanática de la cantante. Pero, sin duda, ha sido el mejor concierto al que he asistido nunca. Ha dejado el listón muy alto. Las colas y todos los inconvenientes merecieron la pena.

1 comentario:

  1. Jajaj totalmente de acuerdo contigo Marta: las colas (fruto de una inexistente organización) y los conatos de avalancha en los que literalmente temí por mi vida merecieron la pena. Yo sí era fan de antes, lo reconozco, hasta el punto de saberme la gira de memoria: vestuarios, diálogos (el que es siempre el mismo concierto tras concierto con sus amigos que se pierden y tal), orden de canciones, letras... en fin, todo. Por eso te digo que yo ya sabía de sobra que iba a gustarme, lo que no sabía es que iba a arrollarme como lo hizo. No entiendo cómo puede mantener ese vozarrón durante dos horas sin parar de bailar y encima cambiándose de vestuario constantemente. En contra de lo que muchos piensan, su calidad aartística eclipsa a la puesta en escena y a todos sus modelitos. Se deja la piel en cada canción y se nota, basta con recordar ese apoteósico "Bad romance" final. Sin lugar a dudas, el mejor espectáculo de toda mi vida. Grande muy grande Gaga: para mí ya no es una Lady, es toda una QUEEN.

    ResponderEliminar